Bancos fósiles, energía fósil. Banco ético, energía renovable.

15/03/19 | ECONOMÍA

La campaña fossil banks, no thanks visibiliza las inversiones de la banca global en energías fósiles, las cuales incrementan las emisiones de CO2 a la atmósfera, aceleran el cambio climático y nos alejan del objetivo de no aumentar 1.5 grados la temperatura global.

Dos bancos españoles están en el informe, el BBVA y Santander, que por cierto, también se encuentran en los informes de la campaña. Banca Armada, que se refiere a las entidades financieras que participan en el negocio armamentístico.

Las campañas de green washing que lleva a cabo el BBVA hacen ver que el banco ha actualizado su política de financiación respecto a sectores industriales que tienen alto impacto ambiental y social. El banco afirma que la “principal novedad es un endurecimiento y limitaciones para los sectores de minería, energía, infraestructuras y ‘agribusiness”’.

El Banco Santander por su parte, en su último informe de sostenibilidad asevera que “mantiene un firme compromiso con el medio ambiente y la lucha contra el cambio climático, que se refleja en diversas líneas de actuación, como el análisis de riesgos sociales y ambientales en operaciones de financiación, el desarrollo de productos y servicios con impacto medioambiental positivo o la medición de su huella ambiental interna”. De hecho, este último, en su informe sobre el Reporte Principios del Ecuador 2017 el Banco Santander afirma que financian cero proyectos en minería, gas o petróleo.

La banca fósil pillada in fraganti

Sin embargo los datos de Fossil Banks lo desmiente. El BBVA tiene inversiones en proyectos de energías fósiles con alto coste medioambiental en Perú, Turquía, Estados Unidos o Canadá. Asimismo Ecologistas en Acción afirma que  “el BBVA ha aumentado desde 2016 su inversión en algunos de los combustibles fósiles más sucios del planeta como el petróleo y el gas de fracking o el desarrollo del Gas Natural Licuado. Asimismo el BBVA ha mantenido una fuerte inversión en el carbón. La inversión del BBVA en otros combustibles fósiles de alto impacto climático como las arenas bituminosas o las perforaciones en el Ártico o en aguas ultraprofundas no tampoco ha sido desdeñable”.

Al Banco Santander le ocurre lo mismo. Países como Ecuador, Estados Unidos o República Dominicana están en su cartera de inversiones fósiles. Según el informe Banking on Climate Change el Banco Santander ha invertido en el periodo 2015-2017 la suma de 4.241 millones de dólares en combustibles fósiles extremos, como arenas bituminosas, petróleo de aguas profundas o gas natural licuado entre otras.

Existen alternativas a la banca fósil

Existen alternativas a los combustibles y a la banca fósil, afortunadamente. Bancos como Fiare o Triodos cuentan con fuertes compromisos medioambientales y sociales. Triodos, por ejemplo, cuenta con un programa específico de reducción de emisiones y Fiare cuenta con un fuerte compromiso ambiental tanto para los proyectos que financia como para sus propios edificios. Asimismo, en ecooo contamos con una serie de productos de inversión sostenible y ética.

Las inversiones en plantas fotovoltaicas generan múltiples ventajas y beneficios para las personas que invierten, para el planeta y para la sociedad en general. Las personas que participan en las plantas fotovoltaicas, invierten en una economía real al servicio de las personas. Invertir en las participaciones de plantas solares fotovoltaicas fomenta una economía más justa, un modelo energético más justo, un sistema más sostenible, un planeta más feliz y una rentabilidad anual de hasta el 5% para tus ahorros.

Ecooo repartió en 2018 casi un millón de euros entre las personas que participan en las plantas socializadas, casi medio millón más que en el año 2017. Ecooo además ha recuperados 105 plantas que estaban en riesgo de desconexión que suman una potencia pico de 5,14 megavatios, inyectando a la red 40.941 MWh de energía renovable y evitando emitir a la atmósfera 35.618 toneladas de CO2. Ecooo además cuenta con el criterio de que sus plantas deben estar en tejados o cubiertas, evitando las de suelo, que ocupan espacio que debería tener otros usos.

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