¿Qué es la aerotermia y cómo funciona?

07/02/24 | ENERGÍA

Calefactar o refrescar las casas y proporcionar agua caliente para asearse representa alrededor de una décima parte de las emisiones de gases de efecto invernadero mundiales. En España, como en muchos otros lugares, esto se consigue tirando primordialmente de las calderas de gas natural, en su mayoría veteranas y, por tanto, ineficientes. La crisis de precios energéticos alentada por la invasión de Ucrania encareció, además, la factura energética de los hogares y/o de los estados. Fue entonces cuando se dispararon las referencias a la aerotermia.

¿Qué es la aerotermia?

Se trata de una tecnología limpia que extrae sin coste hasta el 77% de la energía ambiental del aire exterior (sí, el aire la tiene) apoyándose ni más ni menos que en los principios de la termodinámica para transformarla en energía térmica con la que climatizar una vivienda y proveerla de agua caliente sanitaria, ACS. No es tontería, ya que estas funciones representan una media del 40% del consumo energético de un hogar.

El ahorro estimado es del 25% respecto a una instalación de gas y de la mitad si aquélla funciona con gasoil. Dependiendo del equipo, la aerotermia puede generar entre 3 y 6 kilovatios/hora de energía calorífica con cada kilovatio de electricidad que gaste, mientras la relación para las calderas es de 1/1. Cualquier instalación está compuesta por una unidad exterior y otra interior, pudiendo ser esta última los radiadores convencionales, los fancoil (similares a los aparatos de aire acondicionado) o los suelos, techos o paredes radiantes. El elemento estrella, el que consume electricidad para producir calor o frío, es el compresor.

  • Ventajas de instar aerotermia:

    Aparte de la mayor eficiencia y el menor coste de climatizar la vivienda, entre las ventajas que aporta la aerotermia, y su casi sinónimo las bombas de calor, está que es renovable, sostenible y no contaminante. Al no haber combustión no se generan ni humos ni residuos y tampoco hay riesgos de fugas o explosiones. Además, no requiere apenas de mantenimiento, a diferencia de las calderas que han de pasar inspecciones periódicas, y tampoco depende del suministro de combustible al estar todo electrificado.

  • Inconvenientes de la aerotermia:

    El primero es obvio: cambiar una caldera de gas por generadores de aerotermia cuesta dinero. La horquilla de precios más repetida va desde los 7.000 a los 20.000 euros, lo que implica que no es una decisión que invite a la compra compulsiva. Es recomendable pedir varios presupuestos, leerse la letra pequeña de las ofertas y no temer pecar de pesado a la hora de preguntar.

    Otro de los inconvenientes, o más bien requisitos, es la necesidad de contar con espacio interior y exterior suficiente. A diferencia de las viviendas unifamiliares, este problema suele ser menos grave o incluso inexistente para las comunidades de vecinos, ya que basta con instalar una unidad exterior comunitaria; por ejemplo, en la azotea.

    Si la decisión de inversión incluye la instalación de suelo/techo/pared radiante, será necesario abandonar temporalmente la vivienda (incluido el mobiliario) por un periodo de alrededor de dos semanas.

Ayudas y subvenciones para instalar aerotermia

Hay que tener en cuenta en la inversión en reducción de la demanda de calefacción y refrigeración y en el consumo de energía no renovable son desgravables en la declaración de renta (entre un 20 y un 60% de la inversión en función de las circunstancias concretas de la vivienda). Además, hay comunidades autónomas y ayuntamientos que ofrecen beneficios adicionales en forma de ayudas a la rehabilitación y en bonificaciones en impuestos municipales. En conjunto estas ayudas pueden suponer una parte muy importante del presupuesto.

La inversión en aerotermia puede formar parte de la rehabilitación energética integral de una vivienda unifamiliar o bloque de pisos (añadiendo el aislamiento de la envolvente del edificio, el cambio de ventanas, la iluminación, la instalación de paneles solares u otras energías renovables y de cargadores para el coche eléctrico), y en ese caso las ayudas al paquete completo pueden alcanzar hasta el 80% del coste total.

Entre unas cosas y otras, lo que está garantizado es que la inversión se amortiza mucho antes de que termine la vida útil de los equipos de aerotermia, que actualmente es de dos décadas.

El ahorro derivado de la adopción de la aerotermia puede reducirse siquiera ligeramente por la eventual necesidad de aumentar la potencia contratada, concepto fijo del recibo de la luz que, como recordábamos en el post para entender la factura de la luz, forma parte de la base imponible que sirve para calcular los importes de los impuestos, el Especial sobre la Electricidad (IEE) y el del Valor Añadido (IVA).

¿Cuál es la situación actual de la aerotermia en España?

A falta de mejores datos, se estima que entre el 10% y el 21% del parque residencial cuenta con aerotermia, y ello a pesar de que el Código Técnico de Edificación lo recoge desde 2019. España, pues, está en el furgón de cola de esta reforma tan necesaria por la que, por cierto, la Unión Europea apostó fuertemente en 2023 mediante la Directiva de Eficiencia Energética: las calderas de todo tipo deberán haber pasado el testigo a las bombas de calor en 2040.

Gráfica de aerotermia en Europa

[El gráfico puede encontrarse aquí o aquí]

Con todo, los caldereros de gas natural y otros combustibles han optado por resistir: su propuesta es la de apostar por los gases renovables (principalmente, biometano), asegurando que las calderas actuales sólo necesitarían algunos retoques menores.

En plena batalla entre la urgencia de los cambios para luchar contra el cambio climático y la resistencia a los mismos, la aerotermia no se ha librado de las campañas de los segundos: el principal, que las bombas de calor no son eficientes en países con climatología fría. En el gráfico de arriba se puede observar que los primeros de la tabla no son precisamente países mediterráneos, lo que podría terminar con el debate. Pero, por si hiciera falta, merece la pena leer este paper’ en el que se concluye que, incluso con temperaturas de 30ºC bajo cero, el desempeño de estos aparatos es significativamente mejor que el de sus competidores basados en los combustibles fósiles.

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