Calefactar o refrescar las casas y proporcionar agua caliente para asearse representa alrededor de una décima parte de las emisiones de gases de efecto invernadero mundiales. En España, como en muchos otros lugares, esto se consigue tirando primordialmente de las calderas de gas natural, en su mayoría veteranas y, por tanto, ineficientes. La crisis de precios energéticos alentada por la invasión de Ucrania encareció, además, la factura energética de los hogares y/o de los estados. Fue entonces cuando se dispararon las referencias a la aerotermia.
¿Qué es la aerotermia?
Se trata de una tecnología limpia que extrae sin coste hasta el 77% de la energía ambiental del aire exterior (sí, el aire la tiene) apoyándose ni más ni menos que en los principios de la termodinámica para transformarla en energía térmica con la que climatizar una vivienda y proveerla de agua caliente sanitaria, ACS. No es tontería, ya que estas funciones representan una media del 40% del consumo energético de un hogar.
El ahorro estimado es del 25% respecto a una instalación de gas y de la mitad si aquélla funciona con gasoil. Dependiendo del equipo, la aerotermia puede generar entre 3 y 6 kilovatios/hora de energía calorífica con cada kilovatio de electricidad que gaste, mientras la relación para las calderas es de 1/1. Cualquier instalación está compuesta por una unidad exterior y otra interior, pudiendo ser esta última los radiadores convencionales, los fancoil (similares a los aparatos de aire acondicionado) o los suelos, techos o paredes radiantes. El elemento estrella, el que consume electricidad para producir calor o frío, es el compresor.
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Ventajas de instalar aerotermia:
Aparte de la mayor eficiencia y el menor coste de climatizar la vivienda, entre las ventajas que aporta la aerotermia, y su casi sinónimo las bombas de calor, está que es renovable, sostenible y no contaminante. Al no haber combustión no se generan ni humos ni residuos y tampoco hay riesgos de fugas o explosiones. Además, no requiere apenas de mantenimiento, a diferencia de las calderas que han de pasar inspecciones periódicas, y tampoco depende del suministro de combustible al estar todo electrificado.
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Inconvenientes de la aerotermia:
El primero es obvio: cambiar una caldera de gas por generadores de aerotermia cuesta dinero. La horquilla de precios más repetida va desde los 7.000 a los 20.000 euros, lo que implica que no es una decisión que invite a la compra compulsiva. Es recomendable pedir varios presupuestos, leerse la letra pequeña de las ofertas y no temer pecar de pesado a la hora de preguntar.
Otro de los inconvenientes, o más bien requisitos, es la necesidad de contar con espacio interior y exterior suficiente. A diferencia de las viviendas unifamiliares, este problema suele ser menos grave o incluso inexistente para las comunidades de vecinos, ya que basta con instalar una unidad exterior comunitaria; por ejemplo, en la azotea.
Si la decisión de inversión incluye la instalación de suelo/techo/pared radiante, será necesario abandonar temporalmente la vivienda (incluido el mobiliario) por un periodo de alrededor de dos semanas. En el caso de decantarse por la opción de fancoils o radiadores la instalación es mucho más sencilla.
¿Cómo funciona la aerotermia?
La aerotermia tiene un funcionamiento sencillo: el aire ambiental contiene energía térmica, que puede ser utilizada para calentar espacios o agua. La bomba de calor aerotérmica puede funcionar en modo calefacción durante el invierno y en modo refrescamiento en verano, lo que la convierte en una solución versátil y muy eficiente para el control de la temperatura en el hogar.
A continuación te contamos el proceso paso a paso:
- Captación del aire. Un ventilador extrae aire del exterior y lo hace pasar por un evaporador, donde el refrigerante circula. Este refrigerante, confinado en un circuito cerrado dentro de la máquina, tiene una temperatura muy baja, lo que le permite absorber el calor del aire, incluso cuando las temperaturas exteriores son frías.
- Evaporación. Al entrar en contacto con el aire exterior, el refrigerante se evapora al absorber el calor, y se convierte en gas.
- Compresión. Un compresor comprime el gas, aumentando su presión y temperatura.
- Condensación. El gas caliente ya alta presión pasa a un condensador, donde cede su calor al sistema de calefacción – radiadores, suelo radiante o agua caliente sanitaria -. Al perder calor, el refrigerante se condensa y vuelve a convertirse en líquido.
- Expansión. El líquido refrigerante pasa por una válvula de expansión, donde su presión disminuye y vuelve a bajar su temperatura, completando así el ciclo.
- Repetición. Este ciclo se repite de manera permanente, y garantiza de esta manera una climatización perfecta en tu hogar.
¿Qué partes tiene la instalación de aerotermia en un hogar?
La instalación de aerotermia requiere una serie de elementos que hacen posible el ciclo termodinámico por que se climatiza el hogar y se obtiene agua caliente sanitaria. Aquí te lo explicamos:
- Con un bajo consumo de electricidad la máquina de aerotermia (bomba de calor) extrae la energía térmica del aire exterior mediante un refrigerante y la utiliza para enfriar o calentar el agua del sistema de climatización.
- En el interior de la vivienda se instala el depósito de agua caliente sanitaria, un pequeño depósito de inercia y elementos adicionales de la instalación.
- Los elementos de climatización trasmiten el calor o el refrescamiento en el hogar. Estos elementos pueden ser: radiadores, fancoils y suelo radiante.
- La máquina de aerotermia también cubre todas las necesidades de agua caliente sanitaria. ¡Olvídate del gas!
Ayudas y subvenciones para instalar aerotermia
Existen una serie de ayudas y subvenciones para la instalación de aerotermia, como las desgravaciones en el IRPF y las subvenciones que dependen del ayuntamiento de tu localidad o del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible (MITMA). En Ecooo te lo contamos todo.