Desde la creación del Acuerdo de París en 2016, los bancos de todo el mundo han ayudado a las empresas de petróleo, gas y carbón a recaudar más de 1 billón de euros en bonos. Los expertos en clima hacen hincapié en la urgencia de detener de inmediato la explotación de nuevos campos de petróleo y gas.
Han pasado dos años desde que el 18 de mayo de 2021, cuando la Agencia Internacional de la Energía publicó el informe World Energy Outlook 2021 que explica lo que se necesitaría para limitar el calentamiento global. En una entrevista publicada en The Guardian ese mismo año, Fatih Birol, director de la agencia explicó el estudio: «Si los gobiernos son serios acerca de la crisis climática, no puede haber nuevas inversiones en petróleo, gas y carbón, a partir de este año».
El Banco Europeo de Inversiones (BEI) dice que «ya no respalda proyectos de energía de combustibles fósiles tradicionales, incluido el gas natural». Desde Naciones Unidas, afirman que invertir en nueva infraestructura de combustibles fósiles es una locura moral y económica. Las instituciones financieras afirman que están tomando en serio estas advertencias. Bancos de toda Europa ya se han unido a la Alianza Bancaria Net Zero: un grupo de bancos globales líderes comprometidos a financiar acciones climáticas ambiciosas para lograr que la economía real alcance cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2050, según se lee en su página web.
«Si los gobiernos son serios acerca de la crisis climática, no puede haber nuevas inversiones en petróleo, gas y carbón, a partir de este año». Fatih Birol director de la Agencia Internacional de la Energía
A octubre de 2023, la Alianza está formada por 108 bancos de 40 países y el 38% de los activos bancarios mundiales.
¿Entonces, cómo se están financiando las fósiles?
Se publicó recientemente la investigación ‘The Great Green Investment Investigation: Fossil Finance’. Esta investigación capitaneada por Follow the Money e Investico arroja luz sobre cómo el sector financiero aborda el cambio climático. Ha contado con la participación de grandes medios internacionales como El País (España), The Guardian (Reino Unido) o Le Monde (Francia). La investigación mapeó todos los bonos emitidos por empresas de energía que se expanden con sus operaciones de combustibles fósiles.
¿Por qué esta investigación?
Los bonos se están volviendo cada vez más importantes para la financiación del modelo de negocios de los combustibles fósiles. En total, gracias a la investigación, se ha podido comunicar la existencia de más de 1.600 bonos de combustibles fósiles emitidos desde la firma del Acuerdo de París sobre el Clima. El valor combinado supera el billón de euros. Entre ellos se encuentran bonos de gigantes de los combustibles fósiles como Shell, BP y Total, empresas estatales como Saudi Aramco, Gazprom y Rosneft, y empresas activas en formas controvertidas de extracción de petróleo y gas, por ejemplo, en el Ártico y el sector de gas de esquisto de los Estados Unidos.
¿Cómo funcionan los bonos financieros?
- Cuando el director financiero de una empresa decide que quiere emitir un bono, llama al banco.
- Los expertos financieros del banco evalúan los riesgos y determinan la tasa de interés de mercado.
- Como ocurre con la mayoría de las emisiones de bonos, el banco mismo compra posteriormente todos los bonos y los revende lo más pronto posible.
Este proceso se llama «suscripción»: la firma del banco en el bono brinda a los inversores la confianza de que el riesgo y la tasa de interés están alineados.
Esto es importante porque la investigación muestra que los bonos se agotan en promedio en 2,5 horas desde que se ponen a la venta, a veces, en tan solo 15 minutos. Por supuesto, esto es demasiado rápido para que la mayoría de los inversores evalúen todos los riesgos frente al interés prometido. Los bancos están vendiendo la confianza que han generado.
Los bancos suelen recibir una tarifa baja del total recaudado por la emisión de bonos, pero rápida y limpia. Una emisión de bonos por valor de mil millones de euros le proporcionarán al banco 2.5 millones de euros. Repitiendo la operación, se genera mucho dinero. Sin embargo, los bancos informan mínimamente sobre este flujo de ingresos. En el caso de Deutsche Bank, la suscripción de bonos la realiza una unidad bancaria llamada Mercados de Capital de Deuda. Los ingresos y beneficios de esta unidad no se reflejan en el informe anual. El informe solo menciona ingresos de 10.8 mil millones de euros en «tarifas y comisiones» bajo el paraguas de «Banca de Inversiones». Intentan proteger su imagen social de estos movimientos en la sombra.
¿Cómo se ha financiado con anterioridad la industria de los combustibles fósiles?
La investigación de Theodor Cojoianu, profesor de Finanzas Energéticas de la Universidad de Edimburgo, revela que en el año 2000 la industria de combustibles fósiles obtenía casi tres cuartas partes de su capital necesario a través de préstamos directos de bancos. Del tercio restante, un 14% provenía de bonos, y un porcentaje similar de emisión de acciones.
Veintitrés años después, los bonos se han convertido en la fuente más importante de financiación: la industria de combustibles fósiles recauda más de la mitad de su capital externo a través de estos mini préstamos. Mientras la acciones y préstamos directos sólo representan un 4% del total de la financiación obtenida.
Según Cojoianu, los bancos desempeñan un papel esencial en la introducción de bonos en el mercado. «Los bancos están vendiendo la historia de la empresa a los inversores. Están tratando de persuadir a todos para que compren; esto no es una acción pasiva. Al suscribirlos, están impulsando los bonos al mercado». Las empresas de combustibles fósiles dependen de que los bancos prescriban estos bonos, señala Cojoianu: «Sería una señal tan importante que retiraran el apoyo a las fósiles. No estoy seguro de que los inversores todavía estén dispuestos a invertir si los grandes bancos de inversión ya no están dispuestos a suscribirlos». Al suscribir bonos para la industria fósil, los bancos europeos ayudan a financiar empresas de combustibles fósiles en todo el mundo.
Un ejemplo real:
Aker BP, una empresa de petróleo y gas que busca nuevos recursos de combustibles fósiles en el Ártico, entre otras cosas. El 12 de mayo de 2021, esta empresa emitió un bono por valor de 750 millones de euros, con un vencimiento de ocho años y una tasa de interés del 1.125 por ciento.
Aker BP es noruega. Los bancos que ayudaron a Aker BP a emitir este bono tienen su sede en los Países Bajos (ABN Amro), Francia (BNP Paribas), Suecia (Nordea), Italia (UniCredit) y Dinamarca (Danske Bank), además de otros bancos extracomunitarios. El bono se cotiza en las bolsas de valores de Alemania, Dinamarca y Luxemburgo, mientras los bufetes que controlan las acciones tienen varias sedes fiscales. Casi todos los bonos en la base de datos reflejan una amalgama de jurisdicciones, donde pueden jugar con los límites.
¿Las entidades financieras no están avanzando en sus compromisos?
Mientras, el Financial Times informa que algunos bancos están presionando (haciendo lobby) para limitar la atribución a los bancos de gases de efecto invernadero relacionados con los combustibles fósiles a solo el 17 o el 33 por ciento. Otros bancos argumentan que las emisiones deben atribuirse por completo. Un portavoz de la Alianza de Banca Net Zero dice que actualmente se está considerando cómo alinear las «transacciones de mercados de capitales» (como la suscripción de bonos) con el objetivo de la alianza hacia la neutralidad climática. Algunos bancos están liderando en este sentido. Por ejemplo, la política climática adoptada por Danske Bank este año ya no permite la suscripción de bonos de combustibles fósiles. Desde el Danske Bank hacen un llamado a otros bancos: «Los mercados de capital son sorprendentemente pequeños, si otros bancos adoptan estas reglas, impactarán en la disponibilidad de financiación bastante rápido».
Pieter Pauw, investigador de finanzas climáticas en la Universidad Técnica de Eindhoven, coautor de un informe anual sobre el clima de las Naciones Unidas el año pasado, nuevamente concluyó que las medidas actuales son insuficientes para detener el calentamiento global grave. «Las Naciones Unidas argumentan que el hecho de que no se alcancen los objetivos climáticos se debe en parte al sector financiero «Los flujos financieros también deben alinearse con los objetivos climáticos de París«, dice Pauw, «pero si observamos el panorama completo, da la impresión de que los bancos se preguntan: ¿Dónde podemos seguir haciendo dinero?. Y si eso está en las energías verdes, ¿por qué no lo hacen?.
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