Ecooo se une a la huelga en solidaridad con el pueblo palestino

14/10/25 | CONÓCENOS

Mañana, 15 de octubre, nos sumamos a la huelga nacional contra el genocidio del pueblo palestino. En Ecooo, como cooperativa sin ánimo de lucro ligada a la economía social y solidaria, hacemos pública nuestra posición, no podemos quedarnos de brazos cruzados ante una masacre sistemática y una violación flagrante de los derechos humanos.

Declaramos nuestra solidaridad con las poblaciones que sufren el asedio, los bombardeos y la destrucción de su forma de vivir. Nuestro paro no es sólo simbólico, es un acto de denuncia, un acto de resistencia política. Sabemos que el silencio y la pasividad son cómplices del exterminio. En paralelo, activaremos servicios mínimos estrictos para atender aquellos casos urgentes que no puedan esperar.

La movilización es una apuesta por los valores éticos que fundan nuestra naturaleza cooperativa de dignidad, justicia, solidaridad y derecho a la vida.

Energía como arma de guerra

No es casualidad que el conflicto palestino tenga una dimensión energética que trasciende lo militar. El uso del sistema eléctrico, la restricción de suministro, el control del agua, el bombardeo de infraestructuras esenciales… todos estos aspectos configuran una estrategia de dominación y exterminio, no solo un enfrentamiento bélico.

Según diversos análisis, la campaña contra Palestina se ha expresado también en la “cara energética del genocidio”: se ha usado la privación de luz, la destrucción de redes eléctricas y la imposición de apagones prolongados como parte del cerco letal sobre Gaza. Por ello, el plan se basaba en colapsar la capacidad mínima de supervivencia (agua, saneamiento, salud) para someter a la población civil por inanición y enfermedad.

Este ataque estratégico sobre la vida cotidiana es un crimen adicional, no basta con matar, se busca desestructurar el tejido social, eliminar capacidad de recuperación, condenar a generaciones enteras a la muerte lenta. Hay quienes califican estas acciones como ecocidio, siendo este el daño irreversible al entorno, destrucción de suelos, emisiones tóxicas, contaminación y pérdida de biodiversidad.

Cuando se somete a una población a apagones constantes, se destruyen redes eléctricas, hospitales, plantas de agua y sistemas de refrigeración, lo que expone a las personas al colapso sanitario, infecciones, deshidratación y nuevas muertes que no se registran en los frentes de combate. Este es un tipo de violencia sostenida, calculada, con objetivos políticos netos.

¿Por qué Ecooo hace huelga? Compromiso social frente a la complicidad energética

  1. Porque el genocidio exige actos concretos de solidaridad

No basta con condenar verbalmente la brutalidad. La huelga es un acto de coherencia institucional. Significa detener nuestras actividades no esenciales, suspendiendo lo cotidiano para señalar que lo intolerable no puede aceptarse. Es nuestra manera de manifestar que la dignidad humana está por encima de intereses económicos o de mercado.

  1. Porque entendemos que la energía no es neutral

Ecooo siempre ha defendido que la energía está al servicio de las personas y del bien común. En este contexto, debemos ser coherentes con nuestra misión y los valores que nos caracterizan desde hace veinte años.

  1. Porque exigimos que la comunidad internacional actúe

Las resoluciones de organismos internacionales han advertido del carácter genocida del conflicto en Gaza, advirtiendo de que se cruzan líneas del derecho internacional. Las víctimas no son “daños colaterales”, son objetivos sistemáticos. Ecooo exige sanciones reales, auditoría pública de los flujos energéticos entre Estados, suspensión de acuerdos que sostienen estos mecanismos de violencia y presión diplomática efectiva.

Invitación a la reflexión

Queremos que esta huelga no quede como una semana olvidada, sino como un punto de inflexión en nuestra memoria colectiva. No podemos aceptar que la energía (que debería iluminar, calentar, conectar) se convierta en instrumento de muerte y represión. Ecooo, con la energía del cambio, por Palestina.