El Día Mundial del Medio Ambiente, que instauró Naciones Unidas en 1974, se celebra este 5 de junio bajo el lema “Por la Naturaleza”. Este año el tema es la biodiversidad, motivo de gran preocupación tanto por el tráfico de especies como la pérdida de hábitats. Catastrofes recientes, como los incendios forestales sin precedentes en Brasil, California y Australia, la invasión de langostas en África y ahora la pandemia de COVID-19, demuestran que la relación del ser humano con su entorno natural debe cambiar.
La aparición de la COVID-19 ha puesto a la vista de todas y todos que cuando destruimos la biodiversidad también acabamos con el sistema que sustenta la vida humana.
Según Naciones Unidas, a nivel mundial, mil millones de personas son contagiadas cada año y millones de ellas mueren debido a las enfermedades causadas por los coronavirus; y alrededor de un 75% de todas las enfermedades infecciosas emergentes en humanos se transmiten de animales a personas.
Dependemos de la naturaleza para nuestra energía, nuestros alimentos y todas las herramientas que necesitamos para poder vivir.
Un informe del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) advierte de que debemos reducir las emisiones globales causadas por los gases de efecto invernadero (GEI) en un 7,6 % cada año entre 2020 y 2030 para frenar el calentamiento global en 1,5 grados centígrados hasta finales de siglo. Incluso el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) comunicó que un calentamiento global por encima del 1,5 grados a final de siglo supondrá el aumento de la frecuencia e intensidad de los impactos del fenómeno climático.
Apostar e invertir por las energías renovables
Ante esta situación Ecooo seguirá notificando la necesidad de apostar e invertir al 100% en las energías renovables. De esta manera aseguraremos frenar el aumento constante de la temperatura global del planeta.
La recuperación de la crisis provocada por el coronavirus debe ser «verde», tenemos que fomentar los trabajos que se dedican a construir un futuro sostenible.
En nuestro ámbito, debemos destacar que la energía es fundamental para casi todos los grandes desafíos y oportunidades a los que hace frente el mundo actualmente. Ya sea para el empleo, la seguridad, el cambio climático, la producción de alimentos o para aumentar los ingresos. El acceso universal a la energía es esencial.
Tal y como explica las Naciones Unidas, para poder alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), son necesarias las inversiones públicas y privadas en energía renovable; así como mayores niveles de financiación y políticas con compromisos más audaces, además de la buena disposición de los países para adoptar nuevas tecnologías en una escala mucho más amplia.
