En tu país del sol, quieren el sol. Quieren arrebatarte tu derecho a consumir la energía generada por una fuente que es de nadie y de todos, que se obtiene de manera respetuosa con el medio ambiente y cuyas infraestructuras son sufragadas por los propios usuarios. No les basta con robar en un sentido estricto, quieren más: a través del Real Decreto de Autoconsumo, el Gobierno del PP quiere imponer más tasas a la autoproducción energética. Se conoce con un oxímoron: “impuesto al sol”. La cosa consiste en gravar a los ciudadanos por sus instalaciones renovables, tanto las de nueva instalación como las que los usuarios hayan instalado en el pasado.
Mi art d hoy es para @EcoCote (q espero se carcajee en un momento dado… ????): Plantarle cara al sol http://t.co/lRAjkQ32Ze vía @eldiarioes
— Ruth Toledano (@ruthtoledano) julio 27, 2015
Quien seguro que le suena es Cote Romero, directora de Ecooo y mosca cojonera (¡perdón, Cote, perdón!) del ministro del oligopolio. Ella sabe que producir con el sol es democrático, ético y ecológico, que es ahorro, eficiencia y futuro. E insiste, solar, pacífica guerrera. Pero al del Gobierno de la banda Púnica esos conceptos (ecología, ética, democracia) no le van (el de futuro sí, pero solo el suyo y el de los suyos). “El parque tecnológico se ha abaratado mucho y ven amenazado su negocio”, resume Romero.
El sol es una fuente de energía barata, segura, inagotable y sostenible. El autoconsumo de energía solar no ataca al medio ambiente, no produce alteraciones climáticas ni genera residuos. Su sistema de almacenaje es sostenible. Los gastos de infraestructura, montaje y mantenimiento son inferiores a los que requieren los combustibles de origen mineral, petrolífero o nuclear. ¿Por qué, entonces, se pretende, a través de tasas discriminatorias, frenar esta tecnología avanzada? ¿Por qué se pretende legislar contra el fomento del uso de las energías renovables?
La respuesta a estas preguntas está en todas las noticias relacionadas con las tramas corruptas del PP y con el Gobierno silente de Rajoy.
Lee completo este artículo de Ruth Toledano aquí: Plantarle cara al sol