A veces, las cosas salen tan bien que dan ganas de repetirlas. Y eso es exactamente lo que ha pasado con la campaña que lanzamos desde Ecooo junto a la plataforma gallega Ulloa Viva para plantar cara a la macrocelulosa de Altri. La acogida ha estado tan llena de energía buena, que la primera planta solar se ha llenado en tiempo récord. Y, como no podía ser de otra manera, ya estamos socializando una segunda sobre tejado.
Invertir para resistir
Desde el primer momento lo tuvimos claro, si íbamos a enfrentarnos a una multinacional que quiere contaminar el corazón de Galicia, lo haríamos con lo mejor que sabemos hacer, con energía solar en manos de la gente y poniéndola al servicio de la lucha colectiva. Así nació “Altri, ¡que no!”, una campaña para financiar a la Plataforma a través de una planta solar sobre cubierta en la que cualquier persona pudiera invertir desde 100 euros, con una rentabilidad del 4% TIR después de impuestos. Es importante recalcar que un 5% de lo recaudado irá directamente a la plataforma Ulloa Viva.
Lo importante no es solo apostar por más renovables, en terrenos antropizados como polígonos industriales, en manos de la gente, sino vincularnos directamente con quienes están defendiendo el territorio. Porque las transiciones no son solo técnicas, son políticas, culturales y comunitarias; implican cambios estructurales y transversales en todos los niveles de la sociedad. Y desde Ecooo no podemos defender un nuevo modelo energético ni la custodia del territorio desde Guardabosques (nuestro centro de transformación ecosocial en Galicia) si no formamos parte de otros movimientos y no somos conscientes de su importancia.
Una primera planta que voló
La primera instalación, una planta solar de 22,54 kWp sobre cubierta, se llenó en tiempo récord. En pocos meses la participación ciudadana ha cubierto el 100% de la participación necesaria y, por el momento, son 2.575,20 €€ los que van directos a la plataforma Ulloa Viva. Es una planta capaz de generar 22.540 kWh al año, evitar la emisión de 2.930 kg de CO₂ y cubrir el consumo eléctrico anual de siete hogares.
Eso es energía limpia, tangible, concreta. Pero también es apoyo real a una lucha clave, la defensa del agua, la biodiversidad y la vida frente al humo y las promesas vacías de una multinacional que viene a hacer negocio con el territorio.
Vamos a por la segunda
La acogida ha sido tan emocionante que no nos lo pensamos y vamos a por una segunda planta. También será una instalación sobre cubierta, en Paterna, Valencia, esta vez de 22,08 kWp, que generará 24.288 kWh al año, evitará la emisión de 3.157 kg de CO₂ y cubrirá el consumo eléctrico de unas 7,4 familias.
Con ambas instalaciones en marcha, hablaremos de más de 44.800 kWh de energía limpia cada año, capaces de abastecer a más de 14 hogares y de evitar la emisión de más de 6 toneladas de CO₂.
Pero lo más importante no está en los números. Está en el gesto colectivo. En el apoyo económico que llega directamente a quienes están organizando charlas, manifestaciones, recursos legales, encuentros vecinales, asambleas y todo lo que implica sostener una lucha real frente a un megaproyecto de destrucción.
Que no te vendan humo
Sabemos que Altri intenta disfrazar su proyecto con palabras bonitas como biofábrica, sostenibilidad, empleo verde. Pero debajo de ese barniz están los datos, por ejemplo, más de 46millones de litros de agua diarios extraídos del río Ulla, toneladas de residuos, monocultivo forestal intensivo, impacto en zonas protegidas… lo de siempre. Lo que ya ha destruido tantas comarcas en el norte de Portugal.
Por eso, además de la campaña solar, organizamos el pasado 25 de junio en el Espacio Ecooo las jornadas “Clima de mentiras: el caso de la macrocelulosa Altri en Galicia”, junto a periodistas de El Salto y compañeras de Ulloa Viva. Una tarde para desmontar bulos, poner sobre la mesa información crítica y encender la verdad.
Porque no hay transición sin territorio
En Ecooo decimos alto y claro que no queremos una transición energética que pase por encima de las comunidades. No creemos en las soluciones que vienen de arriba, desde despachos llenos de corbatas que se anuncian con logos verdes pero lógicas extractivistas. Creemos en otra forma de hacer las cosas: desde lo colectivo, con los pies en la tierra y en manos de la gente.
Por eso nos aliamos con Ulloa Viva. Porque salvar un río en Galicia es salvar el agua del mundo. Porque invertir en energía limpia también puede ser financiar la resistencia. Porque no tendría sentido hablar de comunidades energéticas, formación ecosocial o justicia climática si no estuviéramos también ahí, donde se juega la defensa de los bienes comunes.
La primera planta voló. La segunda ya está en marcha. Y tú, ¿te mojas?