Macroplantas vs Tejados ¿Qué modelo energético necesitamos?

11/09/25 | ENERGÍA

Macroplantas VS Tejados

Existen grandes diferencias en las maneras de ejercer y desplegar las renovables. No toda la energía que provenga de fuentes renovables tiene por qué ser buena para el planeta. ¿Parece contradictorio, verdad? En realidad, la explicación es muy sencilla.

El objeto que siempre está en medio es el mismo, la acumulación de los medios de producción en manos de unos pocos y la acumulación de la riqueza en esos mismos. Pero, ahora entran en juego nuevos factores entre los que se incluyen si la forma de hacerlo es compatible o no con los ecosistemas. Por eso, aquí venimos a explicar dos de las principales formas de producción. La primera, la más dañina y en manos de las grandes empresas, las macroplantas. Y luego está la energía en los tejados, que suele estar en manos de la gente.

¿Qué son las macroplantas?

Las macroplantas solares, también llamadas macrohuertos solares, aunque en realidad deberíamos llamarles desiertos solares, son grandes extensiones de paneles fotovoltaicos. En el sector no existe una definición única que establezca a partir de qué superficie se puede considerar una instalación como huerto solar o macroplanta.

Producen mucha energía, sí, pero lo hacen sobre suelo. Una tierra que se orienta a maximizar la producción y que acaba sufriendo en la que se retira la vegetación, se abren caminos, se hacen movimientos de tierra y la biodiversidad se reduce drásticamente. A ello se suma el uso frecuente de herbicidas para mantener los terrenos “limpios”, productos que deterioran el suelo ya a corto plazo, eliminando nutrientes, contaminando aguas y reduciendo la vida microbiana que lo equilibra. Todo esto acelera procesos de desertificación y elimina la mosaicidad del paisaje, la combinación de cultivos, pastos y bosques bajos, que aportan resiliencia frente a las sequías y la desertificación acelerada que lleva la península Ibérica.

Por eso, no es extraño que comunidades rurales y agricultores locales se opongan, conscientes de que además de los impactos ambientales, la propiedad de estas instalaciones suele concentrarse en manos de grandes fondos de inversión y gigantes energéticos como Iberdrola, Naturgy, Fenosa o Endesa, reforzando un modelo centralizado y ajeno a la gente.

 ¿Plantas fotovoltaicas sobre tejado?

Hoy no se puede dar una cifra exacta de cuántos tejados son útiles para instalar paneles solares. Sin embargo, la mayoría de los tejados no están en zonas históricas con una gran protección ni construidos con materiales inviables como paja, cristal o uralita. Esto significa que millones de tejados en España serían aptos para poner plantas fotovoltaicas.

Para hacernos una idea, según un estudio del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), del pasado 2021, la superficie total de tejados en España es de aproximadamente 1.891 km². Si asumimos una media de 100 m² por tejado, por ejemplo, la cifra superaría los 18 millones de tejados disponibles. Más que suficiente para generar toda la energía que el país necesita, sobre todo si se combina con otras fuentes renovables.

Y no solo eso, el autoconsumo sobre tejado, gracias a las nuevas regulaciones que se quieren iniciar, derivadas del apagón, permitiría amortiguar las oscilaciones de la red eléctrica nacional, dotándola de una estabilidad única nunca antes vista en la historia de la humanidad. Una revolución energética distribuida, democrática, comunitaria y en manos de la ciudadanía.

El reto de la propiedad

El verdadero reto aquí reside en quién será propietario de esas instalaciones fotovoltaicas. En Ecooo, apostamos porque la energía esté en manos de las personas. Si se trata de una cooperativa, los dueños de la instalación y de la energía generada deben ser los propios cooperativistas. En el caso de viviendas, las propias vecinas y vecinos, y así sucesivamente.

De este modo, tendríamos un sistema comunitario, diversificado y democrático, que entiende la energía como un derecho y no como un negocio. Un sistema en el que cada hogar y cada comunidad pueden decidir cómo producir y gestionar su propia electricidad.

Porque, teniendo millones de tejados disponibles, usar el suelo equivale a no respetar los ecosistemas ni a nosotras y nosotros mismos. Es destruir nuestro patrimonio natural, la biodiversidad de un ecosistema entero, de un país. Y más aún cuando las alternativas existen, están sobre la mesa y llevan años funcionando.

Desde Ecooo, llevamos dos décadas demostrándolo día a día que es una realidad tangible, posible y comunitaria.