Aumento de vuelos y el impacto ambiental
Las búsquedas de vuelos para las navidades de 2024 no paran de crecer. Según datos recientes, los destinos internacionales desde España han aumentado un 13%, mientras que los nacionales suben un 10%. Este incremento está impulsado, en parte, por las ofertas extendidas de aerolíneas de bajo coste tras el Black Friday, que han decidido prolongarlas hasta ocho días más, a lo que se unen las rebajas de enero y el ambiente festivo, y consumista, de las navidades. Lo que trae, como consecuencia, el aumento de la contaminación en navidades.
Sin embargo, este auge tiene un precio. La contaminación derivada de los vuelos en Europa afecta directamente a la salud del 10% de la población, es decir, a unos 52 millones de personas que viven cerca de los principales aeropuertos, como Madrid-Barajas, Barcelona-El Prat, París Charles de Gaulle o Londres Heathrow, entre otros muchos.
Sostenibilidad: ¿realidad o marketing?
A pesar de la publicidad que promueve vuelos «sostenibles», la realidad es que incluso los aviones más modernos, como el Airbus A321Neo, aunque menos contaminantes que sus predecesores, están lejos de ser sostenibles. Un vuelo sigue siendo significativamente más dañino para el medio ambiente en comparación con alternativas como el tren. Según los datos más recientes, un avión emite de media 192 gramos de CO2 por kilómetro y pasajero. El siguiente medio más contaminante sería el automóvil con 121 gramos.
En un contexto donde la sostenibilidad es prioritaria y necesaria, algunas aerolíneas, como Iberia, comienzan a plantear cambios, como alcanzar la neutralidad de emisiones para 2050 y aviones que funcionen con nitrógeno. Este objetivo, recogido en regulaciones como el PNIEC, incluye no solo el consumo directo, sino también el indirecto, incluyendo el impacto de combustibles, electricidad y toda la cadena de valor.
Aeropuertos y transición energética
El papel de los aeropuertos en la transición hacia la sostenibilidad sigue siendo ambiguo. AENA, que gestiona más de 30 aeropuertos en cinco países, aún no ha detallado cómo implementará su transición energética. Al ser una empresa pública española es fácil intuir que lo hará con los ritmos y medidas dependientes del Ministerio de Transición Energética, lo que no queda claro, es cómo lo hará en el resto de los países. Queda por ver si esta transición será uniforme o dependerá de las regulaciones específicas de cada país. Lo ideal sería una estrategia ambiciosa que abarque todos los aeropuertos gestionados por la entidad.
Para esta transición España, y en concreto Madrid, tiene ventajas clave, como ser la tercera capital europea con más horas de sol, lo que podría impulsar el autoconsumo, combinado con otras energías renovables.
Alternativas al avión: el desafío del tren
Francia ya ha eliminado vuelos de menos de dos horas para promover alternativas como el tren. Si España implementara una medida similar, se eliminarían casi todos los vuelos nacionales excepto a las Islas Canarias. Pero el problema radica en la infraestructura ferroviaria, diseñada con un enfoque centralista, repitiendo los errores en el diseño de las autopistas cuatro décadas atrás, que obliga a pasar por Madrid para usar la alta velocidad.
Además, regiones como el norte de España sufren históricamente una inversión insuficiente en su red ferroviaria, con tramos como Burgos-Bilbao operando en vías del siglo XIX. Esto hace que el tren sea poco competitivo frente al avión, a pesar de su menor impacto ambiental. Sin embargo, también habría que hacer presión en las emisiones indirectas como los recursos energéticos para la electrificación de las vías.
El futuro: volver a conectar
Quizá la clave esté en que no hace falta tomar un vuelo para disfrutar de las navidades. Quizá nos hemos desconectado demasiado de nuestro entorno. No hablamos de la familia nuclear tal y como nos la han vendido. Hablamos de las personas que son especiales para ti. De estar a su lado, de formar un nuevo modelo de comunidad, alejado de la toxicidad consumista sin mucho sentido.
Uno de los detalles que podemos tener con nuestro entorno es darles un pedacito de sol. Puedes regalar una participación en una de las plantas solares socializadas de Ecooo Energía Ciudadana. De esta manera mantenemos los hábitos más locales, enfocados en el comercio y la artesanía, a la par que seguimos haciendo regalos que son éticos, justos y ayudan a crear del mundo un lugar más habitable.