El mejor escenario futuro para las energías fotovoltaicas consiste en un modelo de difusión de la electricidad solar en el que los paneles fotovoltaicos (también térmicos) ocupen todas las superficies óptimas de los edificios y otras construcciones, produciendo energía en el mismo lugar donde se consume. De este modo, lograremos reducir drásticamente nuestra huella ecológica, así como nuestra dependencia energética, al tiempo que veremos desarrollarse un sector industrial limpio, local y de futuro.
El sistema vigente de primas (subvenciones y cupos de potencia) dará paso a otro basado en préstamos a 20 años y contadores bidireccionales que sumarán kWh por la noche o cuando esté nublado y los restará cuando la instalación produzca más electricidad de la que en ese momento se esté consumiendo. La idea es sencilla: cada kWh que produzcan los paneles será un kWh que no tendremos que pagar a la compañía eléctrica. Su precio de venta actual (que no dejará de subir, y mucho, en el futuro) está entre 13 y 15€ por kWh.
Con el ahorro así obtenido se amortizan las cuotas del préstamo que permita pagar en 20 años el coste de la instalación. Como la vida esperada de una instalación fotovoltaica es de 40 años, eso significa otros 20 años de electricidad gratis.
Una vez que la fotovoltaica ya no suponga un coste para el sistema, desaparecerán los cupos y su desarrollo será exponencial. Se reducirá drásticamente nuestra huella ecológica, así como nuestra dependencia energética, al tiempo que veremos desarrollarse un sector industrial de futuro que permita a nuestro país exportar lo que ahora no exportamos. Y todo ello sin coste alguno para la sociedad, sino todo lo contrario: proporcionando ahorros crecientes en nuestra factura energética y devolviendo con creces todas las ayudas de las que el sector ha disfrutado mientras alcanzaba su madurez tecnológica e industrial.
Esta es la visión que debemos alcanzar y en la ecooo trabaja.
El futuro de la energía fotovoltaica
03/08/10 | ENERGÍA