Con motivo de la Semana Europea de la lucha contra la Pobreza Energética, queremos recordar que este problema sigue aumentando en España. Según los últimos datos de la Oficina Europea de Estadística (Eurostat), nuestro país ha vuelto a incrementar el porcentaje de personas que no pueden permitirse mantener un adecuado nivel de calefacción en sus casas.
Eurostat presentó el pasado 6 de enero los datos de 2018 donde se aprecia cómo este problema ha pasado de afectar a un 8% de la población a un 9,1%. Equivale a 4.200.000 personas con dificultad para mantener sus casas a una temperatura adecuada. Esta cantidad se mantiene por encima de la media europea que se situó en el 7,3% frente al 7,8% del ejercicio anterior.
Con estos datos se pone de manifiesto el hecho de que más de 4 millones de personas en España tengan que subsistir, eligiendo entre pagar facturas o comer, aun exponiéndose a desahucios o cortes de servicio eléctrico.
4 millones de personas afectadas
Para muchos poder encender la calefacción es un privilegio al alcance de pocos. Cerca de siete millones de personas no pueden permitirse en España mantener su vivienda a una temperatura adecuada o sufren retrasos en el pago de recibos, según el Informe de Pobreza Energética en España 2018, de la Asociación de Ciencias Ambientales. Son más del 14% de la población. Muchas de estas personas intentan esconder sus dificultades para la presión que, en muchas ocasiones, crea la sociedad.
No es fácil estar en pleno diciembre, con la casa totalmente a oscuras, sin poder utilizar la vitrocerámica, sin poder cocinar, ni tan siquiera calentar un vaso de leche en el microondas, porque te han desconectado la luz. Sin descontar que el agua de la ducha sale fría y la temperatura de tu casa está a 9 grados. Esta es la situación de pobreza energética más extrema que nos podemos imaginar y que afecta a cientos de miles de personas en España.
Según Eurostat, España es el cuarto país de la Unión Europea con la electricidad más cara, detrás de Dinamarca, Alemania y Bélgica.
Es imprescindible revertir esta situación. La Unión Europea destaca que el Gobierno español no ha hecho lo suficiente para mejorar esta situación, a pesar de reconocer que que las Administraciones Locales han ido avanzando.
Derecho a una vivienda digna
Recordamos la Constitución española reconoce el derecho a la vivienda digna y adecuada, y el número 7 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) reconoce el acceso a la energía asequible.
Por este motivo, el autoconsumo a través de la energía solar fotovoltaica puede ser una solución para la pobreza energética. España es uno de los países con más horas de sol de la Unión Europea y no se está aprovechando lo suficiente.
Como ya explicaba el director de Ecooo, Mario Sánchez-Herrero, en varios artículos, “el status quo de la energía fósil defiende que tan solo podrán pagarse los paneles solares los ricos, y que por tanto, las diferencias sociales se harán más profundas. Sin embargo, esto no es así, el Estado tiene la capacidad bien mediante subvenciones, bien mediante avales bancarios, de dar prioridad a las personas, barrios o pueblos con rentas más bajas. La Administración tiene un papel fundamental, lo que se necesita es voluntad política”.