Enciende Refugio, porque el clima obliga a cada vez más personas a desplazarse forzosamente

La energía que consumimos no es inocua, está estrechamente relacionada con la forma en la que la producimos y con las lógicas económicas con las que operan las empresas que la gestionan, que extraen recursos o que realizan infraestructuras energéticas. Esas lógicas que anteponen los intereses empresariales al derecho de las personas a vivir dignamente en sus territorios. Enciende Refugio une a Salvamento Marítimo Humanitario (SMH) y Ecooo para visibilizar la problemática de las personas desplazadas forzosamente, así como para luchar contra sus causas y atender a sus consecuencias.

Salvamento Marítimo Humanitario (SMH) es una organización constituida en noviembre del 2015 ante la crisis humanitaria que se generó en el Mar Egeo (Grecia). Son un grupo de personas vinculadas a las emergencias que trabajan realizando las tareas de salvamento marítimo, rescate y asistencia sanitaria para socorrer y asistir a las personas que no encuentran otra salida que arriesgar su vida cruzando el mar.

Un modelo energético no sostenible provoca desplazamientos forzosos humanitarios

 

El derecho de las personas a vivir con seguridad y dignidad en el territorio se ve amenazado por las lógicas económicas que operan tras la manera de satisfacer nuestra necesidad de energía. Defender este derecho requiere analizar las causas que se esconden detrás de millones de desplazamientos forzosos en todo el mundo.

 

Un modelo energético no sostenible provoca:

  • Cambio climático: Gran parte de la energía que utilizamos se produce quemando combustibles fósiles que emiten grandes cantidades de CO2 a la atmósfera, un gas de efecto invernadero que está cambiando el clima en la Tierra. El cambio climático está generando graves problemas ambientales y sociales en numerosas regiones: sequías prolongadas que afectan a los cultivos base de alimentación de una región; acceso restringido al agua dulce y apta para el consumo; inundaciones de zonas costeras por el ascenso del nivel del mar; pueblos anegados por glaciares en proceso de deshielo; etc.
  • Conflictos bélicos por pugna de materias primas energéticas: Un modelo energético basado en recursos escasos y localizados en pocas zonas ha generado un mapa de conflictos geoestratégicos derivados de la pugna por las materias primas energéticas. En consecuencia, la población civil de estos lugares del mundo se ve sometida a invasiones, guerras, embargos, violencia… Es lo que podríamos denominar como «la maldición de los recursos».
  • Contaminación ambiental: Un modelo energético basado en la quema de combustibles fósiles o energía nuclear, entraña un grave peligro de contaminación ambiental a lo largo de todo el ciclo de la energía, bien en la fase de la extracción del recurso, como en el transporte o en la explotación. E incluso, en el caso de la energía nuclear, en la gestión de los residuos. Fukushima, Chernóbil, El golfo de Níger, El golfo de México… son casos evidentes, en los que la población o bien se ha tenido que desplazar forzosamente, o bien, los medios de vida se han visto gravemente afectados.
  • Infraestructuras energéticas que desplazan comunidades locales: Esta manera de producir y gestionar la energía por parte de estas grandes corporaciones permite que se antepongan intereses privados empresariales frente al derecho de la población a vivir en su territorio. Son muchas las comunidades humanas acosadas para que abandonen las tierras en las que se proyecta realizar determinada infraestructura.

¿En qué consiste el proyecto Enciende Refugio?

 

Las personas que participaron en Enciende Refugio han invertido desde 100 euros en una planta solar fotovoltaica socializada, y situada en Loeches (Madrid), que genera energía renovable, promoviendo la participación ciudadana y una economía más respetuosa con el medioambiente. Las personas que han invertido obtienen una rentabilidad anual del 4% después de impuestos, mientras que el 5% de los beneficios de la planta van destinados a financiar la labor de salvamento marítimo, rescate y asistencia sanitaria de Salvamento Marítimo Humanitario (SMH).

Las personas participantes en Enciende Refugio generan 30 Megavatios hora al año y evitan la emisión de 6.100 kilos de CO2 a la atmósfera de manera anual. Esto implica que a lo largo de la vida útil de la planta, habrán evitado 183 toneladas de CO2 a la atmósfera.

Desde Salvamento Marítimo Humanitario, en palabras de Amaia Mendoza, “valoramos el convenio que hemos presentado con Ecooo por el hecho de que somos conscientes de que la producción y explotación de combustibles fósiles es una de las causas de migraciones involuntarias. La migración va a ser el gran tema del siglo XXI. Toca actuar y hay que hacerlo en todos los ámbitos: en lo personal y en lo colectivo. En este caso de este convenio con ecooo se aplica en lo colectivo reduciendo la producción y el consumo de fuentes de energía no renovables para evitar que nadie tenga que dejar su casa atrás arriesgando su vida en el mar”.

Valoramos el convenio que hemos presentado con Ecooo por el hecho de que somos conscientes de que la producción y explotación de combustibles fósiles es una de las causas de migraciones involuntarias. La migración va a ser el gran tema del siglo XXI«, Amaia Mendoza de Salvamento Marítimo Humanitario.

Reforzando esta postura, Cote Romero, coordinadora de Ecooo, resalta cómo “nuestro actual modelo energético es causante de millones de desplazamientos forzosos en todo el planeta bien por contaminación ambiental, bien por las grandes infraestructuras que desplazan a poblaciones enteras de su territorio, por los efectos del cambio climático o por las guerras que se derivan de las pugnas por materias primas energéticas”.

El nuevo modelo energético tiene que sustentarse en una energía entendida como un derecho, en manos de las personas, donde la vida se sitúe en el centro y que minimice los impactos en nuestros cuerpos, en el de todos los seres que cohabitamos el planeta y en los otros territorios. Un nuevo modelo descarbonizado, sustentado por energías renovables responsables, democrático, participativo, descentralizado, emancipador, inclusivo, justo, equitativo y que no conlleve desplazamientos forzosos. Una Energía que Conquista Derechos y lo hace desde los valores de la economía social y solidaria, los cuidados y el apoyo mutuo, impulsada por el poder de la comunidad y tejiendo redes y alianzas junto a otras organizaciones.